viernes, 28 de febrero de 2014

El Recibo de la Luz: ni es un recibo, ni es de la luz (Primera Parte)



Las primeras referencias que encontramos, relativas a la luz eléctrica en la Villa de Madrid, están publicadas en los diarios La Nación y El Clamor Público el 30 de enero de 1852. Desde esa fecha, el desarrollo de la energía eléctrica ha sido espectacular, y hoy no se concibe una sociedad en la que no exista un consumo generalizado de la misma.
En sus primeros tiempos, la energía eléctrica estuvo asociada casi exclusivamente al alumbrado, pero poco a poco su uso se fue generalizando a otro tipo de aplicaciones; transformación en calor, en potencia mecánica, etc.
Hoy la proporción de energía eléctrica que se transforma en luz es solo una pequeña parte, por lo que no tiene sentido seguir hablando del Recibo de la Luz. Tampoco tiene sentido hablar de recibo[1], ya que se trata es de una factura[2].
Nos encontramos en primer lugar, que la forma de calificar la Factura Eléctrica, es anacrónica y debería ser abandonada, sobre todo por los analistas que opinan y escriben en los órganos de difusión social. Resulta francamente irritante; ver, oír y leer, opiniones sobre el problema de los costes de la energía eléctrica a personas que carecen de los mínimos conocimientos técnicos para ello. Es muy corriente, sobre todo el los debates televisivos, confundir la potencia con la energía, de forma similar a como se confunde el año-luz con unidad de tiempo. Expresiones como, “se han consumido tantos kW” son de uso común. También es muy frecuente expresar el consumo de energía eléctrica con una unidad que no existe Kw/h. Una potencia, mal escrita (lo correcto es kW), dividida por tiempo, no es nada. La potencia multiplicada por el tiempo, sí es energía: kWh (o como mucho kW-h). Creo que la forma incorrecta viene por similitud con la unidad expresada en los velocímetros, km/h (en este caso se trata de longitud partido por tiempo, que es velocidad).
Nos encontramos con un asunto difícil de entender por los usuarios, ya que para empezar, los encargados de explicar la facturación de la energía eléctrica carecen de los conocimientos mínimos sobre la materia, y en la mayoría de los casos se trata de explicar la cuestión desde el punto de vista político, que es la mejor manera de no aclarar nada.
El precio de la energía eléctrica es una cosa, y lo que pagamos los usuarios es otra, de forma análoga sucede con la gasolina. Por esa razón, se tendría que explicar claramente la cuestión, y para ello habría que recurrir a los profesionales que entienden del asunto, y dejar a los políticos que oscurezcan, y confundan, que es lo que mejor que saben hacer. En esta labor pueden estar ayudados por algunos periodistas, economistas, ecologistas, etc. y todo tipo de “desinformadores”.




[1] RAE: Escrito o resguardo firmado en que se declara haber recibido dinero u otra cosa


[2] RAE: Relación de los objetos o artículos comprendidos en una venta, remesa u otra operación de comercio. Cuenta detallada de cada una de estas operaciones, con expresión de número, peso o medida, calidad y valor o precio.

lunes, 3 de febrero de 2014

Pedro José Ramírez (alias Pedrojota)



Con satisfacción he recibido la noticia del cese de Pedro José Ramírez (Pedrojota), como director del diario El Mundo.
Aunque no tengo el gusto de conocerlo personalmente, si tuve una relación epistolar; corta, triste y desagradable, a comienzos de la década de los noventa del pasado siglo. En aquella ocasión me demostró su catadura moral, siendo incapaz de rectificar una información falsa y malintencionada, que produjo en mi madre una desazón que le duró hasta su muerte, por lo que no perdonaré a D. Pedro José el daño causado.
A lo largo de su trayectoria profesional D. Pedro José ha demostrado una especial habilidad para llenar de basura el panorama político español, siempre con el pretexto de tratar de esclarecer supuestas tramas, aunque el fin fuese otro muy bien distinto. Lo anterior fue posible por la especial configuración de la política en España, en cuya gobernación se vienen alternado la Social-Democracia de Centro, con la Social-Democracia de Izquierdas. Cada vez que sacaba los trapos sucios de unos los otros lo aplaudían, aunque lo que se publicase fuese casi siempre de dudosa verisimilitud, pero siempre era rentable “poner el ventilador en la mierda”. Como ejemplo está el caso personal al que acabo de aludir, que yo conocía personalmente en toda su verdad, y que fue manipulado de forma torticera por D. Pedro José.
Me gustaría que personajes como el aludido desapareciesen para siempre del panorama político, aunque tengo mis dudas.

lunes, 8 de abril de 2013

De Pompeya (75 d.C.) a Roma (410 d.C.)



En el año 75 la ciudad romana de Pompeya fue repuntada por las cenizas del volcán Vesubio. En el año 410 la ciudad de Roma fue conquistada por los visigodos, a las órdenes de Alarico.
Entre ambos sucesos, unos tres siglos, se produce la caída del llamado “Imperio Romano”, es decir una serie de pueblos que se encontraban subyugados por las legiones romanas.
En el s. XVIII, reinando en Nápoles, el que sería posteriormente Carlos III, se realizaron unas excavaciones en lo que había sido la ciudad de Pompeya. Cuando el rey contempló lo que se representaba el las paredes de la mansión desenterrada, mandó que se volviese a enterrar y que se interrumpieran las excavaciones. La razón de la decisión real fue la aparición de unas imágenes que podríamos calificar de “guarras”.
Cuando se excavó la ciudad de Pompeya en el s.XX la aparición de numerosas representaciones, como las descritas más arriba, así como la disposición de numerosas viviendas, al parecer de ciudadanos honorables, en las que todas disponían de una parte dedicada a la prostitución, llevaron a la conclusión de que Pompeya era algo así como Sodoma, pero investigaciones posteriores concluyeron que lo encontrado en Pompeya era lo común en el resto de las ciudades romas de la época. La razón de que no se hayan conservado dichas pinturas en otras ciudades, se debe a que con posterioridad, y hacia el final del imperio, la declaración del cristianismo como religión oficial supuso un cierto rearme moral.
Lo que parece inconcebible es que una sociedad, carente de valores morales, como era la romana de los s.III y IV, durase tanto. Buena prueba de esto es que la entrada de los visigodos en Roma se realizase sin apenas resistencia, en contraposición a lo que supuso la caída de otras ciudades (Numancia, Cartago, etc.) en la que sus habitantes, que sí tenían el valor suficiente, resistieron al invasor hasta la muerte. Los romanos de principio del s.V carecían del mismo, es decir, habían caído en la más profunda degradación moral.
Cuando se habla de la cultura romana frente a la de los pueblos bárbaros se está cometiendo una enorme injusticia. La cultura romana se impuso, a los pueblos que tuvieron la desgracia de padecerla, a base de violencia (muertes, crucifixiones, esclavitud, etc.) no respetando los valores de los invadidos, que en muchos casos eran muy superiores a los romanos. Como ejemplo se puede poner lo sucedido con el pueblo judío. ¿Cómo iban a aceptar como superiores a personas que adoraban unos dioses impresentables y ridículos, cuando ellos habían alcanzado el monoteísmo? ¿Cómo se iban a tragas que el Emperador tenía carácter divino?, sobre todo, teniendo en cuenta lo impresentables que fueron la mayoría de ellos…..
La historia oficial la escriben los pueblos vencedores, como es el caso de los romanos, lo cual significa, en todos los casos, una forma sesgada de relatar los hechos acaecidos. Los nuevos investigadores en el campo de la historia tienen por delante como objetivo tratar de dar una versión más acorde con lo sucedido, evitando beber en las fuentes tradicionales como se venía haciendo.

lunes, 18 de febrero de 2013

El Grafólogo



Hace años, un mal alumno y peor compañero, una persona que se podría calificar como mala, en un intento de descalificarme inventó que había falsificado la firma de un documento oficial. Preparó de forma sibilina lo que estaba convencido que era una encerrona, y cuando estaban todos los miembros del órgano rector reunidos presentó la acusación, avalándola con un informe de un gabinete grafológico de gran prestigio en Valladolid. De forma casual, se encontraba presente en la reunión el autor del documento, el cuan “juró por Dios y por su honor” ser el autor de la citada firma. No contento con esta contestación, el sujeto aludido presentó, ante el juzgado la correspondiente denuncia, la cual finalizó de forma instantánea en la primera comparecencia ante Juez. El Juez se mostró sorprendido y preguntó cual debían ser las razones por las que se había presentado la denuncia, la contestación no pudo ser más clara: “un deseo deliberado de hacer daño”.
Cito esta anécdota a propósito de la polémica, que un grupo mediático ha puesto en marcha sobre la autoría de unos documentos que involucran, en un escándalo económico, a un personaje político, y por extensión a un gobierno. La prueba que presentan para avalar la acusación es un informe de un prestigioso gabinete grafológico. En la comparecencia ante el Juez, el acusado ha negado su autoría, pero los grafólogos mantienen su informe. Espero que en este estudio no haya colaborado el gabinete de prestigio de Valladolid, para bien del esclarecimiento de los hechos.
Como resumen, “al margen de velar por la transparencia en las instituciones”, el fin que persigue el grupo mediático es doble; económico, vender más, y político, hacer daño. 

viernes, 2 de noviembre de 2012

Julio César. El huevo de la serpiente II



En el anterior artículo se describían de forma sucinta los principales acontecimientos históricos relacionados con la vida de Julio César. En esta ocasión vamos a comentar algunos aspectos de su personalidad, lo que pueden ayudar a comprender su comportamiento.
Julio César era epiléptico, esto puede ayudar a comprender algunas de sus reacciones. También tenía una serie de complejos sobre su físico, como su calvicie (en las representaciones que nos han llegado queda perfectamente disimulada), y su aspecto físico, que no es el que le hubiese gustado tener. En definitiva su físico no era de su agrado, lo cual no es de extrañar en una personalidad ególatra, como la suya.
Desde un punto de vista moral su vida no pudo ser menos ejemplar (se decía de él que era el marido de todas las esposas, y la esposa de todos los maridos)
Pero lo que llama la atención es su desprecio por el orden establecido, ya que desde un principio tenía claro que para lograra hacerse con el poder absoluto tenía que derribar la República, cosa impensable hasta entonces. Todas sus actuaciones se vieron encaminadas al mismo fin, su ambición de poder. Empezó por propiciar la formación del primer triunvirato, una chapuza desde el punto de vista legal, continuó con sus campañas de represión en Hispania y las Galias, que estaban encaminadas a lograr un doble objetivo: el botín, y un ejército bien entrenado y fiel a su persona. Finalmente supo ganarse la simpatía de la plebe romana, practicando una política claramente demagógica.
Como autor, la obra conocida de César no puede tomarse como la de un historiador, pues su intención era pura propaganda y no como las de Tácito o Polibio, por lo que todas sus afirmaciones, en especial las políticas, deben ser analizadas desde un ánimo crítico. El hecho de que la mayor parte de la obra literaria de César se haya perdido es un inconveniente que, no por habitual en la mayoría de los autores clásicos deja de ser lamentable y que ha impedido una crítica razonada de César como autor, ya que los historiadores sólo pueden basarse en unos libros que, pese a ser de los más importantes en la Historia Occidental, no dejaban de ser más un instrumento de propaganda que un alarde de erudición.
Lo más terrible de su paso por la historia fueron las consecuencias de sus numerosas campañas militares, ya que se comportó como un ser despiadado. Se estima que produjo más de tres millones de muertos y un millón largo de esclavos. Si tenemos en cuenta la población de los territorios en lo que estos holocaustos se produjeron, y los extrapolásemos con el número de sus actuales habitantes, la cifra sería pavorosa.
Pero con ser terrible todo lo que tuvo que ver con sus actuaciones personales, lo peor era lo que quedaba por venir,….. él era el verdadero huevo de la serpiente.

lunes, 22 de octubre de 2012

Julio César. El huevo de la serpiente



En las últimas semanas se han venido difundiendo, a través de los medios de comunicación, el hallazgo del lugar donde fue ejecutado Julio César. La noticia ha puesto de actualidad la figura de uno de los dictadores más sanguinarios de la historia de la humanidad, aunque al parecer goza de la simpatía de la mayoría de los historiadores.
En este artículo y los próximos vamos a comentar alguno de los aspectos del personaje, con la intensión de aportar una visión más real sobre su persona, y la influencia que tuvo en su tiempo y en los siglos posteriores.
A finales del 61 a.C. regresa Pompeyo a Roma dispuesto a intervenir en política, para lo cual trae un cuantioso capital fruto de sus expolios en Oriente. Deseaba recibir los máximos honores del Senado, pero en ningún caso atentar contra el aparato del estado. Pero se encontró con la oposición de Catón. En vez de utilizar sus tropas para presionar al Senado procedió a licenciarlas. La oposición del Senado a sus proyectos le hizo ver la conveniencia de aliarse con los políticos populares.
A todo esto, Julio César había llevado a cabo una campaña contra los lusitanos, obteniendo un buen botín y prestigio entre sus tropas. En el verano del 60 a.C. regresa de forma precipitada a Roma, entrando en contacto con Pompeyo y Craso. César media entre ellos para limar sus discrepancias y lograr así una alianza entre los tres, conocida como Primer Triunvirato, que carecía de base constitucional.
César se convierte en cónsul en el 59 a.C., y saltándose los trámites perceptivos en el Senado, lleva una propuesta de reparto de tierras directamente a la asamblea. Con objeto de tranquilizar a Pompeyo, sella con él una alianza familiar, ofreciéndole como esposa a su hija Julia.
Mediante la utilización de Clodio, tribuno de la plebe, pone en marcha una serie de proyectos demagógicos; reparto gratuito de trigo, restablecimiento de las asociaciones políticas, creación de bandas armadas para presionar a la asamblea, con lo que logra deshacerse de sus enemigos, entre los que se encuentran Cicerón y Catón.
César logra que la asamblea le otorgue el gobierno de la Galia Cisalpina, el Ilírico y la Galia Transalpina.
En ausencia de César se produce una crisis entre Craso y Pompeyo, por lo que baja de la Galia en el 56 a.C. y  restablece el acuerdo entre los tres, logrando, por cinco años, los gobiernos de Hispania y Siria para Pompeyo y Craso, respectivamente. Craso se dirigió a Siria para preparar una campaña contra los partos, y Pompeyo se quedó en Roma gobernando Hispania mediante sus legados.
A todo esto César, ayudando a los eduos, combate y derrota a los helvéticos obligándolos a retornar a su país de origen.
Se producen una serie de acciones contra los belgas y en Bretaña y Normandía, donde el expolio de los romanos había dado lugar a una insurrección en el 56 a.C. César se dedica a reprimir todas las insurrecciones a base de asolar los territorios, destruyendo sus aldeas y practicando el exterminio de sus habitantes. Esta política motiva que se produzca un amplio movimiento de liberación encabezado por Vercingétorix. Después de una feroz campaña logra la capitulación del jefe galo, recogiendo un inmenso botín, además consigue disponer de una ejercito bien entrenado y adicto a su persona.
La muerte de Julia, y la derrota y muerte de Craso (Carrhae, 53 a.C.), colocan a César y Pompeyo en posiciones claramente antagónicas.
A partir del año 51 a.C. se producen una ola de diatribas en el Senado contra César, rechazando una solicitud de prorroga de sus poderes proconsulares.
En el año 49 a.C. el Senado declara César enemigo público, al negarse a licenciar las legiones, como se le había ordenado, así como entregar el mando. César responde cruzando el Rubicón y desencadenando así la guerra civil.
La guerra civil tuvo su punto álgido en la batalla de Farsalia (48 a.C.), donde César derrota a las tropas leales mandadas por Pompeyo, el cual huye a Egipto, donde acaba siendo asesinado por mandato de Tolomeo XIII. César pasa por Egipto, se enfrenta y derrota a las tropas de faraón, y en el curso de la batalla quema la biblioteca de Alejandría (una de las mayores catástrofes culturares que se han producido en la historia del mundo)
La campaña de César contra las tropas leales a Pompeyo finaliza en Hispania en la batalla de Munda (45 a.C.), que se salda con enormes pérdidas humanas.
Tras la finalización de la guerra civil, César ha dejado al estado arruinado, con numerosas ciudades destruidas, campos asolados y millones de muertos.
Vencedor del partido senatorial, y dueño de los resortes del estado, César se comporta como un déspota absoluto, y con el pretexto de restaurar la República hace todo lo contrario. Aunque no acepta la corona real, tan denostada por la tradición republicana, sus amplísimos poderes dictatoriales le bastan y le sobran para acabar con el régimen republicano.
La anterior situación motivó que un grupo de senadores organizaran una conspiración, que dirigida por C. Casio Longio y M. Junio Bruto, tuvo como resultado la ejecución de César (15 de marzo del 44 a.C.), con lo que se pretendía restablecer la República.
Hasta aquí una breve relación de los hechos, en próximo artículo analizaremos sus consecuencias.

sábado, 29 de septiembre de 2012

El escándalo de la maestra de Los Yébenes



A principios de septiembre se colgó en You Tube un video porno cutre, en el que una maestra de Los Yébenes (Toledo) aparecía en unas posturas que se podrían calificar de obscenas. El video había sido realizado personalmente por la maestra. Este video causó una polémica en la que no se trató su condición de profesora.
Dejando a parte quien fue el responsable de la publicación del video,  y si es lícito hacer este tipo de representaciones pornográficas cuando se desempeña un cargo público (al parecer es concejala del ayuntamiento), cosa en la que no voy a entrar, el hecho es que una persona que desempeña una labor docente, no puede permanecer en su puesto cuando está al alcance de sus alumnos unas escenas tan poco educativas como a las que me estoy refiriendo.
Lo curioso del caso es, que de los numerosos comentario, reportajes, artículos, etc., que han aparecido en estas últimas semanas no se ha hecho mención más que a la condición política de la autora de tan lamentable actuación, no habiendo mencionado, ni de pasada, su condición de responsable de la educación de unos alumnos, a los que no creo les ayude en su proceso educativo, una maestra que en sus ratos libres se dedica a rodar este tipo de escenas.
La responsabilidad de la permanencia en su puesto docente supongo que es de las autoridades académicas de Castilla-La Mancha, por lo que desde aquí hago un llamamiento para que sea relevada de un cargo académico de tanta responsabilidad. Desde luego si un de sus alumnos fuese un hijo  mío, haría todo lo posible para  que lo cambiasen de profesora.