domingo, 28 de febrero de 2010

LOS PROFESIONALES DEBERÍAN HABER EXIGIDO MÁS PRESENCIA EN EUROPA.

Se deberían haber enviado escritos al Gobierno Central, exigiendo una representación de los profesionales en el Comité Económico y Social Europeo (CESE). Como argumentos que avalan estas peticiones se podría haber dicho que en Europa existen:

  • Más de 1,5 millones de profesionales
  • Más de 1.200 organizaciones profesionales

Las organizaciones profesionales son un sector muy importante no sólo para estar en el CESE, sino también como agentes sociales.

Las profesiones liberales tienen una singularidad, que en el caso español se rigen por el artículo 36 de la Constitución, lo que a primera vista parece muy positivo, pero una vez más el carácter público lejos de ser una garantía de representación, es un freno a la hora de la integración de las organizaciones profesionales en el espacio europeo. Ser singulares no parace tener ninguna ventaja. Quienes ejercen como profesionales liberales lo hacen siempre en temas relacionados con los derechos fundamentales de las personas.

En consecuencia, el órgano europeo consultivo y representativo de la sociedad civil organizada, que se ha reunido en febrero para elegir las candidaturas a los representantes de octubre de 2010, lo debería haber tenido en cuenta.

En otros países europeos como Francia, Alemania, El Reino Unido, Italia y Bélgica, se incluyen a las organizaciones profesionales en el grupo III del CESE, que integra actividades diversas. Sin embargo, en España todavía no se cuenta con una representación similar.

Como datos a tener en cuenta, los profesionales liberales aportan a la economía española:

  • El 8,8% del empleo
  • El 9% del PIB
  • El 10% del valor añadido bruto
  • Producen 53.420 millones de euros anuales

Se debería formular la siguiente pregunta: ¿Cuál sería el concepto de la Europa de los ciudadanos si se excluyeran los sectores sobre los que se apoya la sociedad civil? Sin una sociedad civil organizada, sólida y fuerte, sobre todo en los tiempos difíciles por los que atravesamos, no existe verdadera democracia.

Por último, se puede afirmar que la incorporación del sector profesional aportaría una visión muy necesaria, teniendo en cuenta, además, las ventajas que supone la garantía de la calidad y responsabilidad que debe presidir la realización de cualquier actividad.