lunes, 8 de abril de 2013

De Pompeya (75 d.C.) a Roma (410 d.C.)



En el año 75 la ciudad romana de Pompeya fue repuntada por las cenizas del volcán Vesubio. En el año 410 la ciudad de Roma fue conquistada por los visigodos, a las órdenes de Alarico.
Entre ambos sucesos, unos tres siglos, se produce la caída del llamado “Imperio Romano”, es decir una serie de pueblos que se encontraban subyugados por las legiones romanas.
En el s. XVIII, reinando en Nápoles, el que sería posteriormente Carlos III, se realizaron unas excavaciones en lo que había sido la ciudad de Pompeya. Cuando el rey contempló lo que se representaba el las paredes de la mansión desenterrada, mandó que se volviese a enterrar y que se interrumpieran las excavaciones. La razón de la decisión real fue la aparición de unas imágenes que podríamos calificar de “guarras”.
Cuando se excavó la ciudad de Pompeya en el s.XX la aparición de numerosas representaciones, como las descritas más arriba, así como la disposición de numerosas viviendas, al parecer de ciudadanos honorables, en las que todas disponían de una parte dedicada a la prostitución, llevaron a la conclusión de que Pompeya era algo así como Sodoma, pero investigaciones posteriores concluyeron que lo encontrado en Pompeya era lo común en el resto de las ciudades romas de la época. La razón de que no se hayan conservado dichas pinturas en otras ciudades, se debe a que con posterioridad, y hacia el final del imperio, la declaración del cristianismo como religión oficial supuso un cierto rearme moral.
Lo que parece inconcebible es que una sociedad, carente de valores morales, como era la romana de los s.III y IV, durase tanto. Buena prueba de esto es que la entrada de los visigodos en Roma se realizase sin apenas resistencia, en contraposición a lo que supuso la caída de otras ciudades (Numancia, Cartago, etc.) en la que sus habitantes, que sí tenían el valor suficiente, resistieron al invasor hasta la muerte. Los romanos de principio del s.V carecían del mismo, es decir, habían caído en la más profunda degradación moral.
Cuando se habla de la cultura romana frente a la de los pueblos bárbaros se está cometiendo una enorme injusticia. La cultura romana se impuso, a los pueblos que tuvieron la desgracia de padecerla, a base de violencia (muertes, crucifixiones, esclavitud, etc.) no respetando los valores de los invadidos, que en muchos casos eran muy superiores a los romanos. Como ejemplo se puede poner lo sucedido con el pueblo judío. ¿Cómo iban a aceptar como superiores a personas que adoraban unos dioses impresentables y ridículos, cuando ellos habían alcanzado el monoteísmo? ¿Cómo se iban a tragas que el Emperador tenía carácter divino?, sobre todo, teniendo en cuenta lo impresentables que fueron la mayoría de ellos…..
La historia oficial la escriben los pueblos vencedores, como es el caso de los romanos, lo cual significa, en todos los casos, una forma sesgada de relatar los hechos acaecidos. Los nuevos investigadores en el campo de la historia tienen por delante como objetivo tratar de dar una versión más acorde con lo sucedido, evitando beber en las fuentes tradicionales como se venía haciendo.

lunes, 18 de febrero de 2013

El Grafólogo



Hace años, un mal alumno y peor compañero, una persona que se podría calificar como mala, en un intento de descalificarme inventó que había falsificado la firma de un documento oficial. Preparó de forma sibilina lo que estaba convencido que era una encerrona, y cuando estaban todos los miembros del órgano rector reunidos presentó la acusación, avalándola con un informe de un gabinete grafológico de gran prestigio en Valladolid. De forma casual, se encontraba presente en la reunión el autor del documento, el cuan “juró por Dios y por su honor” ser el autor de la citada firma. No contento con esta contestación, el sujeto aludido presentó, ante el juzgado la correspondiente denuncia, la cual finalizó de forma instantánea en la primera comparecencia ante Juez. El Juez se mostró sorprendido y preguntó cual debían ser las razones por las que se había presentado la denuncia, la contestación no pudo ser más clara: “un deseo deliberado de hacer daño”.
Cito esta anécdota a propósito de la polémica, que un grupo mediático ha puesto en marcha sobre la autoría de unos documentos que involucran, en un escándalo económico, a un personaje político, y por extensión a un gobierno. La prueba que presentan para avalar la acusación es un informe de un prestigioso gabinete grafológico. En la comparecencia ante el Juez, el acusado ha negado su autoría, pero los grafólogos mantienen su informe. Espero que en este estudio no haya colaborado el gabinete de prestigio de Valladolid, para bien del esclarecimiento de los hechos.
Como resumen, “al margen de velar por la transparencia en las instituciones”, el fin que persigue el grupo mediático es doble; económico, vender más, y político, hacer daño.